Una pareja de Nueva York
se conoce y comienza a salir. Se envían cartas sobre su futuro y el
remite es “departamento de especulaciones”. En ellas ponen todas
sus esperanzas. Después se van a vivir juntos y tienen una hija.
Pero en algún punto del camino, la relación de pareja se estropea.
Acuden a un consejero matrimonial para superar el bache, en un
intento de aferrarse a lo que tuvieron.
¿Les suena de algo? Es
la historia de millones de parejas en el mundo. Sin embargo, la de
Departamento de especulaciones (Libros del Asteroide) nos
duele especialmente. No sólo porque refleja una situación que todos
conocemos de cerca, ya sea por experiencia propia o por la de
personas cercanas, sino porque Jenny Offill nos cuenta esta historia
con un estilo descarnado y exacto.
Ella es profesora de
escritura creativa y les cuenta a sus alumnos cómo contar historias.
Cómo evitar excesos y pleonasmos. Sin embargo, de forma irónica, se
ve sumergida en una situación llena de los tópicos de los que
aconseja huir a sus alumnos. Además, escribe como negro un libro
sobre el espacio. El lector puede llegar a preguntarse qué demonios
tiene que ver el espacio con las relaciones, pero Jenny Offill lo
demuestra inmisericorde. Los gritos de los astronautas atrapados en
cápsulas espaciales lanzadas al vacío son los mismos que los de un
miembro de una pareja lleno de resentimiento y de dolor, atrapado en
un espacio exiguo (un Pequeño Teatro de los Sentimientos Heridos,
como lo denomina la protagonista).
Es una historia que por
prosaica, no deja de ser interesante. Está contada de una forma
hipnótica y hace que se lea con gran rapidez. Podemos ser cualquier
de nosotros esos protagonistas heridos. Un libro que, como reza su
contraportada, se lee en una semana, pero permanece en el lector
mucho tiempo después de haberlo terminado.
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