Historias cotidianas y breves con suaves toques de humor negro e ironía.
Las
Voces para un tímpano muerto (Talentura Libros) que nos
propone Miguel Ángel Zapata son relatos breves como zarpazos, que
sacuden la conciencia del lector y le hacen plantearse lo que está
leyendo. Se trata de pequeñas piezas en las que se analizan todo
tipo de situaciones: pueblos en los que las mujeres se arrancan los
ojos y los hombres los dientes, organizaciones urbanísticas que
devienen en caos, muertos que tal vez no lo estén del todo,
sepultureros que tienen que repetir el trabajo de cavar una fosa, un
almuerzo pantagruélico que termina en salto evolutivo, cucarachas
que propician la reconciliación de una pareja o animales domésticos
que nos recuerdan muestran propia mortalidad.
Aparte de la brutalidad
subyacente y descarnada de algunos cuentos, la edición convierte a
este libro en un objeto verdaderamente apetecible. El texto se divide
en varios capítulos, con títulos como Vuelos de un doctor en
filosofía alrededor de sus apuntes desordenados diez segundos antes
de despertar o
Sinfonía para un amor bizarro en diez movimientos y una breve coda.
Entre dichos capítulos, se insertan ilustraciones antiguas que harán
la delicia del lector.
Pero sin duda, lo más
destacable del libro es el lenguaje, plagado de metáforas
brillantes. Un hijo es un despropósito de medidas, una víscera
derramada es sólo un ejemplo de su estilo notable. A medio
camino entre el aforismo, la reflexión, el microrrelato y el cuento
corto, Migual Ángel Zapata sacude nuestras conciencias y nos lleva
de la mano por un camino que a veces resulta lúgubre y otras veces
absurdo, pero siempre brillante.
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