Un libro de relatos oscuros en los que la autora nos muestra el lado más salvaje del ser humano.
En la solapa de La
condición animal (Páginas de Espuma) se nos indica que el hecho
de haber nacido cerca del río Paraná es la causa del humor socarrón
y turbio de la autora. No sé si será verdad, pero sí que podemos
darnos cuenta que debajo de todos los relatos subyace una capa de
limo, de risas de ahogados, de delirio. Son cuentos, como indica su
título, que muestran no sólo las más bajas pasiones del ser
humano, sino también su cinismo en momentos que calificaríamos de
“normales”.
El libro de relatos se
divide bajo cuatro epígrafes que nombran los cuatro elementos y que,
en cierta manera, sirven de hilo conductor que nos anticipa lo que
vamos a encontrarnos como lectores. El primer relato de todos, Una
casa en las afueras, abre el libro a lo grande. Es uno de mis
favoritos y nos muestra cómo el lado más salvaje del ser humano
está ahí mismo, a la vuelta de la esquina, y cómo (si se dan las
circunstancias adecuadas) cada uno de nosotros podemos convertirnos
en ídolos sedientos de sangte.
La vida interior de
los probadores nos narra la historia de un hombre con una
obsesión: la de las mujeres. Y para ello no vacilará en espiarlas
en toda momento y en todo lugar. En cuanto a Las invasiones,
una mujer que hace la manicura a sus clientes desgrana historias
sobre sus antepasados en Japón.
Lo que queda en el
aire cuenta la historia de dos niñas que encuentran un pájaro
herido en mitad de un tórrido y aburrido verano en el pueblo.
También es uno de mis favoritos. El mensajero y Aún a la
intemperie son bastante más simbólicos que el resto del libro.
Con ellos termina el capítulo dedicado al Aire.
Regreso a Villard
tiene resonancias faulknerianas, y se desarrolla en un sur
místico y lleno de fantasmas. Perros habla del amor animal y
a veces trágico de los dueños por sus mascotas. Nostalgia de la
morgue tal vez sea el más largo del libro y exhibe la relación
entre un joven pintor, una drag queen y una enfermera, todos en el
mismo hospital .Es un cuento muy clásico en cuanto a su
planteamiento, pero con un tema muy original.
Deriva, Leviatán y
Criaturas componen el capítulo del Agua. Y como indica este
epígrafe, se trata de cuentos fluctuantes, llenos de emociones,
llevados por las mareas. Sus personajes son atormentados y volubles,
pero con una gran intuición.
Son cuentos extraños,
llenos de aristas, que muestran personajes descarnados que vagan por
sus páginas. Cuentos que incorporan elementos extraños y que dejan
una sensación de melancolía. Pero en el fondo, uno se alegra de
haberlos leídos, debido a su originalidad y valentía.
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