El Gran Espejo de Amor entre Hombres: Historias de samuráis e Historias de actores conforman una de las obras más importantes sobre el amor homosexual en Japón.
Ihara
Saikaku, autor de ambos libros, comenzó su carrera literaria como poeta de la
época Edo. Su facilidad para producir versos (llegó a participar en concursos
poéticos de improvisación) y su extraordinaria capacidad lingüística, hizo que
pronto se pasara a otros géneros como el relato corto.
En
su obra El Gran Espejo de Amor entre
Hombres (Satori Ediciones) analiza, como su título indica, las relaciones
homosexuales que se dieron en todas las épocas de Japón, sobre todo aquellas
que unían a un joven con alguien mayor. El fenómeno de la homosexualidad es
algo complejo en Japón, porque se circunscribía a unos contextos concretos y a
unos lugares precisos. Dejó de ser bien visto tras la llegada del cristianismo
al archipiélago nipón.
Por
un lado, el autor Ihara Saikaku estudia en el primer libro, Historias de samuráis, las relaciones
homosexuales entre la casta guerrera de Japón. A pesar de que la homosexualidad
no siempre había estado mal vista en el territorio nipón, sus implicaciones en
el seno de una casta guerrera cargada de leyes, de órdenes y de códigos de
honor, imprimía un carácter difícil a cierto tipo de relaciones, que la mayoría
de las veces solían tener un desenlace desgraciado.
Por
lo tanto, las obligaciones del honor y hacia un señor determinado podían
arruinar la relación del samurái con otro hombre, quien se veía a veces
impelido a cometer seppuku y a
abandonar lo que se dio en llamar nanshoku
o vía del amor viril.
Pero
el mundo masculino de los samuráis no es el único entorno propicio a las
relaciones homosexuales. Los llamados barrios del placer, que surgieron en las
ciudades japonesas como un intento de tener más controlada la prostitución,
amparaban todo tipo de citas clandestinas, a veces entre personas de un mismo
sexo. Este hecho se vio favorecido por la proliferación del teatro, en el que
los papeles de mujeres los hacían atractivos jóvenes. Esto suscitaba escándalos
en ocasiones, ya que los hombres se peleaban por su favorito. Todas estas
historias aparecen en el segundo de los libros, Historias de actores, de Ihara Saikaku, ambientado en las llamadas
casas de té, donde se daban todo tipo de subterfugios y citas clandestinas.
Dos
libros que conforman una unidad con gran belleza y un lenguaje que goza de una
enorme expresividad y de una adjetivación sensorial y abundante. Historias que
muchas veces son desgraciadas no por darse entre personas del mismo sexo, sino
por la incapacidad para manifestar sus sentimientos.
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