El 11 de marzo de 2011,
Japón tembló doblemente. En primer lugar, un terremoto de nueve
grados en la escala Richter sacudía el territorio. Una hora más
tarde, un tsunami de más de treinta metros de altura arrasaba la
isla. Aparte de las innumerables pérdidas materiales y humanas, esta
catástrofe de la naturaleza dejó una peligrosa secuela: el grave
accidente de la central nuclear de Fukushima, del que todavía no se
ha recuperado el país.
Takashi Sasaki es un
profesor de español jubilado que vivía con su mujer en una casa a
escasos viente kilómetros de la central. El gobierno japonés
decretó que toda aquella área sería considerada una zona de
exclusión. Esto implicaba que los vecinos deberían abandonar sus
casas y enseres para acudir a centros de refugiados, donde se
hacinaban esperando una explicación que nunca llegaba.
Sasaki decidió rebelarse
contra esta situación y quedarse en su casa. Además, la demencia
precoz que sufría su mujer no le permitía realizar viajes largos ni
tampoco permanecer en las condiciones de los refugios. Desde su
pequeña ciudad, comenzó a contar en su blog sus peripecias y a
criticar tanto la actitud del gobierno, así como a una lucha
encarnizada contra la energía atómica. El blog, llamado
Monodiálogos según el término acuñado por Miguel de
Unamuno, ya existía antes del terremoto, pero fue a raíz de decidir
quedarse en su casa, cuando alcanzó un gran éxito de visitas.
Fueron muchos los que siguieron las peripecias de este anciano
profesor, tanto en sus protestas contra la energía nuclear, como
contra el gobierno que sacaba a los ciudadanos de sus casas, como en
sus hondas reflexiones filosóficas, que enlazan con el ya citado
Unamuno o con Ortega y Gasset. Por otra parte, Takashi Sasaki
combinaba estas entradas con la narración sencilla de su vida diaria
y de la rutina con su mujer, en unas historias llenas de sencillez y
cariño. Son especialmente notables las descripciones de los paseos
por el parque, de la amabilidad vecinal o de las travesuras de su
nieta Ari.
Se trata por lo tanto de
un alegato contra la energía nuclear, pero también contra el
absurdo de la burocracia, contra todo lo que estaba preestablecido y
contra las rígidas estructuras estatales, incapaces de avanzar y de
adaptarse a una situación nueva. Se trata de un libro lleno de
crítica, pero también de esperanza en medio del infierno de
aquellos días.
Satori Ediciones nos trae
una edición de este libro, con una cuidada traducción de Francisco
Javier de Esteban Baquedano y un prólogo de Florentino Rodao.
Además, el volumen se completa con mapas sobre el terremoto y con
fotografías del propio Takashi Sasaki.
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