"Física Familiar" de Jon Bilbao

Jon Bilbao analiza a través de este conjunto de relatos las complejas relaciones familiares. 



Decía Max Aub que “la familia es un animal extraño (negro, informe, con mil patas) que sólo sale a la superficie con la muerte de uno de sus miembros”. Algo así se desprende del libro de Jon Bilbao Física Familiar, en el que se diseccionan cuidadosamente varios tipos de parejas, y por extensión, familias.
En sus relatos lo cotidiano deviene adverso y sus protagonistas tendrán que hacer frente a conflictos interiores que encuentra su correlato en el exterior. Ejemplo de ello es el del ejecutivo que sufre el ataque de un perro mientras es devorado por los celos enfermizos que siente hacia su mujer. O el del matrimonio que disfruta de su luna de miel cuando el marido descubre una nueva afición en moldear dientes de cera para su mujer. O el del exiliado del pueblo que regresa a enterrar a su padre y descubrir cómo ha cambiado el lugar y las gentes que lo habitan.
Parejas, padres, hijos o hermanos. Nadie se salva de la metódica disección a la que somete el autor a sus relatos. En este sentido, es especialmente notable el relato Horror a bordo del Boris Butona, una historia especialmente angustiosa que explota el lado oscuro de la relación entre dos hermanas, que compiten por hacerse con los mejores restos de barcos abandonados.
Quizá lo más notable del libro sea el tono contenido con que está escrito. Hay historias que son verdaderamente terroríficas, pero están narradas con una calma y una cautela que las hace (si cabe) más escalofriantes. Otra de mis favoritas por su capacidad de hacernos contener el aliento es el cuento de las piezas del Lego, que en realidad está escrito en forma de carta de un padre a la madre de un compañero de colegio de su hijo.
Jon Bilbao toca varios temas familiares, y no todos son buenos. En la mayoría de familias sabemos que se producen peleas por una herencia o un quítame allá de unas tierras. En otras, los conflictos se esconden tras sonrisas encantadoras y comidas los domingos. Hurgar en esa basura y sacarla a la luz  sin resultar herido acaba dando como resultado libros tan buenos como este.

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